La gente de mar comparte sus testimonios sobre los efectos de la pandemia


La pandemia de COVID-19 ha sumido a la gente de mar de todo el mundo en situaciones sin precedentes y a menudo desesperadas. A diciembre de 2020, más de 400.000 marinos se encuentran varados en buques esperando ser repatriados y un número similar se encuentran en sus hogares esperando ansiosamente unirse a los buques y ganarse la vida. 

Gente de mar procedente de todo el mundo ha compartido sus testimonios sobre los desafíos que están enfrentando durante la pandemia. 

Matt, alejado de sus seres queridos

Matt es un Ingeniero Jefe de 35 años procedente del Reino Unido. Él y sus colegas no han podido ser repatriados a pesar de que sus contratos han superado el límite de finalización, ya que los cierres de fronteras y los requisitos de los visados les han imposibilitado realizar el cambio de tripulación. En esta entrevista (realizada en julio de 2020), habló de las dificultades de estar lejos de sus dos hijos, de 8 y 12 años. Finalmente pudo regresar a casa en agosto, después de seis meses en el mar.

¿Puede describir su situación actual y las dificultades a las que se enfrenta?

"Yo, como la mayoría de la tripulación a bordo, ya hemos superado el fin de nuestros contratos. Los oficiales a bordo tienen contratos de rotación de 10 semanas. La mayoría de nosotros hemos estado a bordo seis meses. Algunos incluso más tiempo. Es incluso peor para la tripulación. Sus contratos son de nueve meses y en mi equipo hay un marinero de máquinas que ha estado a bordo durante 15 meses. La principal dificultad a la que nos enfrentamos es el cambio de tripulación. Navegamos principalmente en Oriente Medio y Asia y actualmente la mayoría de los países de esta región tienen regulaciones muy estrictas que hacen que el cambio de tripulación sea casi imposible."

¿Cómo te sientes con toda esta situación?

"Creo que hemos pasado por todas las emociones para ser honesto. Mucha ira al principio, ya que tuvimos que ver cómo todas las fronteras cerraban. Sin embargo, sabíamos el riesgo que era para la salud y entendíamos por qué estaba sucediendo. Tratamos de mantener la esperanza, pero con el paso del tiempo parece que poco ha cambiado. Personalmente, me siento defraudado y descorazonado porque parece que se hace poco. Se habla mucho pero no se hace nada".

¿Cómo es estar lejos de tu familia en este contexto?

"Duro, muy duro. Quiero decir, he hecho largos contratos antes, pero esto es diferente. Tiene un efecto psicológico, ya que no no se divisa un final. Así que afecta mucho más a la vida familiar. Mis hijos siempre preguntan cuándo volveré a casa. Es difícil de explicar. Algunos de nosotros a bordo hemos tenido noticias de que nuestros miembros de la familia enfermaron con COVID-19 y eso fue muy difícil de gestionar. Afortunadamente todos se recuperaron".

¿Cómo está el ambiente a bordo?

"Cambia a diario. Algunos días la gente es optimista y al siguiente está deprimida. Como parte del personal directivo superior a bordo intentas promover la esperanza de que las cosas cambien a bordo, pero es difícil. Hemos tratado de formar un grupo unido para cuidarnos mutuamente. Algunas de las personas a bordo lo están pasando peor que otras, así que tenemos que vigilarlos de cerca".

¿Hay algún mensaje que le gustaría enviar al mundo?

"Yo diría que como gente de mar hemos jugado más que nuestro papel durante esta pandemia. Hemos mantenido a los países abastecidos con todo lo que podían necesitar: equipos de protección personal y suministros médicos, hidrocarburos y gas para mantener las centrales eléctricas en funcionamiento, alimentos y agua para que la gente se alimente. Todo lo que queremos a cambio es poder volver a casa y descansar. Queremos esto para que nuestros relevos puedan venir y seguir con el trabajo que estamos haciendo, y cuando sea pertinente podamos hacer lo mismo por ellos. Estamos aguantando aquí pero estamos cansados y mentalmente fatigados. Necesitamos el apoyo de los gobiernos del mundo para que nos permitan el tránsito por sus países sin restricciones. Los plazos de los visados deben reducirse o eliminarse. Esto tiene que ocurrir ahora. Retrasarlo va a tener un efecto perjudicial para el sector del transporte marítimo. Ha habido tiempo más que suficiente para hablar, ahora necesitamos ver acciones reales".

Rafael, cansado y exhausto después de un año a bordo

Rafael* es un marino de 33 años procedente de Filipinas. Se suponía que se reuniría con su esposa y sus dos hijos en abril, pero no pudo ser repatriado debido al cierre de los aeropuertos. Cuando concedió esta entrevista a la OMI (en julio de 2020), llevaba 12 meses en el mar, sin permiso de tierra, y él mismo describió los efectos de su prolongado tiempo a bordo en su salud física y mental. Finalmente fue repatriado en agosto de 2020.

¿En qué situación te encuentras?

"Estoy cansado, exhausto y sin esperanza. Ya llevo 12 meses en el mar. Y no sabemos cuándo podré ver a mis hijos y a mi familia. Es muy frustrante. Cada día intento mostrar un lado valiente."

¿Por qué no has podido volver a casa?

"Se suponía que estaría en casa en abril, pero todos los aeropuertos están cerrados. Es imposible volar a casa y pasar el aislamiento en hoteles es caro, así que decidieron no relevarnos. Ya me he enfrentado a cuatro cancelaciones de regreso a casa. No sé lo que está pasando. Entregamos la carga y la mercancía pero nos cierran las fronteras".

¿Cómo está el ambiente a bordo?

"Está tenso. Todos queremos ir a casa. Algunos de los que estamos aquí llevamos a bordo 13 meses. Otros están cerca de haber pasado en los buques 14 meses. A toda la gente de mar de ahí fuera, seamos fuertes. Esta pandemia terminará, entonces podremos irnos a casa".

¿Teme los efectos en su seguridad?

"Sí, debido a la tensión que sufrimos que afecta nuestra salud mental. Nuestras mentes están en mundos diferentes. Es como caminar en el aire. Si no pueden enviarnos a casa, lo único que hay que hacer es reducir nuestra carga de trabajo. Seguimos haciendo turnos de 12 horas".

Vikram, sin poder embarcarse en medio de la pandemia

Con 33 años, Vikram ha trabajado como marino durante 11 años y ahora es primer oficial de máquinas. Vikram, que es ciudadano indio, está casado y tiene dos hijos, un niño de 3 años y una niña de pocos meses. Ha intentado embarcar en los buques para ganar dinero para su familia, pero no ha podido hacerlo. En esta entrevista (en julio de 2020), explicó que la pandemia ha traído incertidumbre financiera. Finalmente ha podido incorporarse a un buque meses después.

Cuéntenos sus dificultades para embarcar en un buque.

"La compañía que me ha contratado ha hecho esfuerzos continuos para la repatriación de la tripulación. Siempre están ahí para nosotros. Pero no reciben el apoyo adecuado del gobierno. El 8 de julio viajé desde mi casa a otra región para unirme a un buque. Me pusieron en cuarentena en un hotel durante 3 días, me hicieron pruebas de COVID-19 y el resultado fue negativo. El 10 de julio recibí una llamada diciendo que el embarque había sido cancelado y se me pidió que volviera a casa. Se me explicó que los tripulantes que se incorporan al buque eran ciudadanos extranjeros a los que no se le permitía acceder a la baja, lo que forzó al fletador a cambiar el rumbo del buque. En ese punto, no había otras opciones, así que tuve que volver a casa y seguir las normas y reglamentos enmendados del Estado. Durante ese viaje, el miedo y la vulnerabilidad de estar expuesto al nuevo coronavirus estaba ahí. Hay tantos riesgos involucrados. Ahora he llegado a casa, y las autoridades locales me han pedido que permanezca bajo aislamiento domiciliario durante los próximos 14 días. Mi hijo de tres años y medio me miraba a través de una ventana de cristal desde otra habitación, y tampoco puedo ir a tocar a mi hija de cuatro meses, ya que me he aislado. Esta es una situación muy mala."

¿Cómo te sientes con toda esta situación?

"Estoy un poco frustrado por la forma en que se trata a la gente de mar y triste cuando lo miro de forma negativa. Cuando desembarqué el 23 de diciembre mi esposa estaba embarazada de 6 meses. La cuidé y estuve con ella todo el tiempo hasta que dio a luz al bebé. Me pregunto cuántas esposas esperan a sus maridos, cuántos padres y madres esperan ver a sus hijos. Incluso aunque una gente de mar haya perdido a su padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija, no podría llegar a tiempo a tierra ahora."

¿Tienes miedo por el futuro financiero de tu familia?

"Ciertamente sí, y por eso necesito este trabajo. Todavía tengo mi situación financiera bajo control y puedo sobrevivir sin ninguna ayuda para cuidar de mi familia al menos durante los próximos tres meses, a menos que ocurra otra situación de crisis. Pero me pregunto, que pasará después de eso. Esperemos que no tengamos emergencias médicas. Si no, no sé quién estará ahí para apoyarnos".

¿Cuál es su mensaje para el mundo?

"Por favor, reconozcan a la gente de mar, denles ayuda y apoyo. Cuando el mundo ha estado completamente en pausa, este ha sido un sector que ha estado trabajando continuamente bajo diferentes condiciones. Sin manos que trabajen en los buques, estos nunca va a navegar".

El Sr. Verma, luchando por alimentar a su familia

A los 26 años, el Sr. Verma* ha trabajado como marino durante dos años para mantener a sus padres y a su hermano menor. Cuando concedió esta entrevista a la OMI (en julio de 2020), llevaba 10 meses en casa sin cobrar, porque la falta de vuelos internacionales le impedía viajar al extranjero para embarcarse. Como resultado, para él es cada vez más difícil mantener a su familia. En diciembre de 2020, finalmente vio la luz al final del túnel, ya que su compañía está planeando que se una a un buque en enero.

¿En qué situación te encuentras?

He estado en casa durante los últimos 10 meses y sin salario es difícil sobrevivir con una familia, especialmente cuando estás en un rango inferior, porque tu salario es menos de 1000 dólares. ¿Cuántos meses puedes sobrevivir con este dinero? La persona a la voy a relevar está pasando ahora su décimo mes a bordo, así que puedo decir que hay una vacante, pero no tengo forma de llegar al buque. La compañía dijo que no hay forma de realizar cambios de tripulación debido a la falta de vuelos internacionales comerciales. 

¿Qué opina de la imposibilidad de unirse al buque?

"En cualquier caso, tengo que alimentar a mi familia. La situación es dura, pero intento sobrevivir vendiendo verduras. Porque parece muy fácil decir "quédate en casa", pero cuando tienes una responsabilidad tienes que hacer algo. No puedo hacer nada con esta situación, así que sólo espero que lleguen días mejores como los de antes. Estoy haciendo todo esto por mis padres y mi hermano".

¿Hay algún mensaje que le gustaría enviar al mundo?

"Mi mensaje es muy simple: entiendo que trabajar a bordo durante mucho tiempo es difícil por la inquietud y la fatiga, pero sobrevivir en tierra sin dinero también es muy difícil. Así que, por favor, piensen en la gente de mar que ha estado en casa durante más de medio año. No sólo hablo de mí mismo, sino que hablo en nombre de todos los que se enfrentan al mismo problema. Por favor, hagan algo".

* seudónimo