En una reciente mesa redonda, celebrada el 25 de febrero, en la que participaron representantes de los Estados de la región del Pacífico, organismos de las Naciones Unidas, el sector del transporte marítimo, la organización sindical pertinente y el Foro de las Islas del Pacífico, se examinó el concepto de centros portuarios como lugares en los que recibir, poner en cuarentena, realizar pruebas de COVID-19 y, potencialmente, vacunar a la gente de mar en la región del Pacífico.
La gente de mar de los Estados insulares del Pacífico se han enfrentado a viajes tortuosos y largos para volver a casa cuando estos han sido organizados, lo que ilustra las complejidades de la crisis del cambio de tripulación.
En todo el mundo, hay actualmente alrededor de 400.000 gente de mar que necesita ser repatriada desde los buques, después de haber completado sus contratos, con un número similar intentando incorporarse a los buques. Kiribati informó en la reunión que más de 320 de sus ciudadanos marinos estaban actualmente varados, principalmente en Alemania, Brasil, Dinamarca y España, con planes para ser repatriados a través de Alemania y Fiyi.
Los países libres de COVID-19 Samoa y Tonga exigen a sus nacionales una cuarentena de 14 días en Fiyi o Nueva Zelandia.
Las prescripciones de tránsito y repatriación, generalmente a través de vuelos indirectos, incluyen días de cuarentena y se exigen resultados negativos en las pruebas de COVID-19 antes de embarcar en los vuelos y/o entrar en el país.
En la reunión se identificó el potencial de los centros portuarios de Australia (Brisbane), Fiyi y Nueva Zelandia y se acogió con satisfacción la voluntad de estos países de ayudar, aunque se reconocieron algunas limitaciones como la necesidad de reservar con antelación las limitadas instalaciones de cuarentena, la escasez de recursos médicos, incluidos los equipos de PCR y los kits de pruebas, y los costes de repatriación.
También se destacó la necesidad de la vacunación prioritaria a la gente de mar.
Los organismos del sector del transporte marítimo señalaron que alguna gente de mar de diferentes nacionalidades podría quedarse sin trabajo debido a la imposibilidad de desplazarse desde su país para embarcarse en los buques con un nuevo contrato, ya que los propietarios del buque podrían contratar a gente de mar de otras nacionalidades que no tuvieran que desplazarse. También se señaló la importante contribución de los ingresos de la gente de mar a las economías nacionales, así como al bienestar de las familias individuales, en los Estados insulares del Pacífico.
Además, se sugirió la idea de desarrollar un protocolo estándar para los centros portuarios.
La mesa redonda fue organizada por la OMI y a ella asistieron representantes de Australia, Fiyi, Kiribati, Nueva Zelanda, Samoa y Tonga; y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la OMI, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), los Coordinadores Residentes de la ONU (Fiyi y Samoa), la Cámara Naviera Internacional (ICS), la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), la Secretaría del Foro de las Islas del Pacífico.