Las fuentes y los efectos de la basura marina proveniente del mar son el tema central de un nuevo informe del Grupo de expertos sobre los aspectos científicos de la protección del medio marino (GESAMP), un órgano consultor ante las Naciones Unidas patrocinado por diez entidades, incluida la OMI*. El informe, que puede descargarse aquí, describe las diversas fuentes de basura marina y su impacto, evalúa la disponibilidad actual de datos e identifica las lagunas de conocimiento para las principales categorías de fuentes marinas de la basura plástica marina. El Grupo de trabajo fue creado por el GESAMP, a petición de la OMI, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El informe subraya la necesidad urgente de reducir la basura marina. En él se exponen una serie de iniciativas en curso y se sugieren medidas para combatir este problema, proporcionando información práctica a los lectores. También destaca las lagunas de conocimiento y las áreas sugeridas para futuras investigaciones académicas y científicas, incluyendo las repercusiones de la COVID-19 en las industrias marítimas y los medios de subsistencia que dan lugar a la basura marina.

Aunque existe muy poca cuantificación de las fuentes marinas de la basura marina en la literatura científica, contrastada por homólogos y literatura gris (destacada como un área de investigación adicional), el informe examina cinco categorías principales. Se trata de las siguientes:

  • Pesca: los aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados procedentes de la pesca artesanal, comercial y recreativa son una gran fuente de basura marina. Estos pueden incluir redes de cerco, redes de tiro, redes de arrastre, redes de superficie, redes elevadoras, redes de caída, redes de enmalle y redes de enredo, cuerdas, trampas, anzuelos y cabos, flotadores y boyas, plomadas y anclas y artes varios, incluidos materiales metálicos. Estos artes puede perderse con regularidad, de forma episódica o catastrófica por una serie de razones que van desde las inclemencias del tiempo, el desgaste normal o las interacciones con la vida silvestre hasta las obstrucciones submarinas de origen natural y humano. El impacto de los aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados incluye pérdidas económicas, reducción de la capacidad de selección de fauna y flora marinas específicas, enredo de la fauna marina e ingestión de basura marina, daños a los hábitats marinos, impacto en los hábitats humanos como las playas y las zonas costeras y también la pérdida de vidas humanas debido al enredo de residuos.

  • Acuicultura: los cultivos oceánicos y costeros pueden generar basura marina en forma de equipos de acuicultura y plásticos, como cuerdas, boyas, bolsas de malla, redes antidepredadores, jaulas, tanques, etc. Estos equipos pueden dañarse o desecharse y generar basura marina que suele concentrarse en las zonas costeras donde se practica la acuicultura. El poliestireno expandido es la principal forma de basura marina procedente de las actividades de acuicultura oceánica y costera, pero actualmente no existen estimaciones globales sobre las cantidades de basura plástica marina generados por este sector.

  • Transporte marítimo y navegación: la basura marina procedente de los buques mercantes, buques de crucero, yates y embarcaciones de recreo pueden adoptar la forma de residuos sólidos, residuos de las bodegas de carga (por ejemplo, correas de alambre, materiales de embalaje, láminas de plástico, cajas, etc.), residuos generados durante las operaciones normales de los buques, residuos personales de los individuos a bordo, restos del desgaste normal de la embarcación y aguas residuales (aunque esto está regulado por el Convenio MARPOL de la OMI, las descargas accidentales se producen ocasionalmente). El informe también destaca los microplásticos procedentes del transporte marítimo y de la navegación, en particular de los vertidos de agua de lastre, así como los naufragios, los contenedores perdidos y la carga. Además de impactar en la fauna y flora marinas, afectar a las zonas costeras y dañar potencialmente a otros buques, la basura del transporte marítimo y la navegación también puede dañar la acuicultura costera y oceánica. El informe destaca que existen pocos estudios detallados que cuantifiquen las cantidades y tipos de basura marina procedentes del transporte marítimo, y que es necesario seguir trabajando para subsanar las lagunas de conocimiento en cuanto a la cartografía y la modelización de las fuentes y la distribución de la basura generada por los buques, los microplásticos en los revestimientos de las superficies de los buques, así como las repercusiones socioeconómicas de la basura plástica marina generada por este sector.

  • Vertimiento de desechos y otras materias en el mar: en esta categoría se incluyen los materiales de dragado, que son, con mucho, los más significativos en términos de volumen y potencialmente la mayor fuente de plásticos u otras basuras procedentes de los desechos vertidos en el mar. Sin embargo, existe escasa información sobre las cantidades de plásticos en las corrientes de desechos, a pesar de los esfuerzos de las Partes del Convenio de Londres y del Protocolo de Londres, los tratados que regulan la prevención de la contaminación por vertimiento de desechos en el mar. Por tanto, es necesario comprender mejor la presencia de plásticos en los desechos vertidos en el mar, tanto en lo que respecta a la caracterización de los plásticos presentes como a la distribución geográfica.

  • Otros usos del océano: la basura marina puede producirse como resultado de la exploración de petróleo y gas en alta mar; redes para tiburones y "aguijones" colocadas en zonas de playa para evitar daños a los humanos; la vigilancia meteorológica, que puede generar residuos, como los equipos de los globos meteorológicos, que incluyen baterías ácidas, componentes de plástico y goma de látex; Arrecifes artificiales, que pueden construirse con materiales de desecho, como neumáticos viejos, etc., y que pueden verse afectados por las mareas y las condiciones meteorológicas; equipos y actividades de investigación científica; y fuegos artificiales.

El informe concluye que las actividades en el mar contribuyen a la carga mundial de basura marina, y que esto justifica la preocupación. Sin embargo, no es posible estimar la contribución total de las fuentes marinas y es necesario un esfuerzo concertado para actualizar las estimaciones mundiales y llenar estas lagunas de conocimiento, junto con esfuerzos renovados para reducir las entradas de basura marina de todas las fuentes.

Cabe señalar que este informe no examina los posibles efectos tóxicos de los plásticos en la fauna y flora marinas, ya que este y otros temas se tratan en detalle en los informes elaborados por el Grupo de trabajo 40 del GESAMP sobre las fuentes, el destino y los efectos de los microplásticos en el medio marino, véase en particular su segundo informe (estudios del GESAMP, nº 93), publicado en 2016.

*El GESAMP está formado por expertos científicos de la OMI, la FAO, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), las Naciones Unidas (ONU), el PNUMA, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD y la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA).