Funcionarios de 15 países de la región de África oriental y meridional han participado en un cursillo sobre el cumplimiento, la vigilancia y el control del cumplimiento del Convenio sobre la gestión del agua de lastre (Convenio BWM) desarrollado en la República Unida de Tanzanía. El Convenio tiene por objeto proteger el medio marino de la transferencia de organismos acuáticos perjudiciales en el agua de lastre transportada por los buques. Desde que entró en vigor en 2017, los buques deben gestionar sus aguas de lastre de modo que los organismos acuáticos y agentes patógenos se eliminen o se vuelvan inofensivos antes de que el agua se vierta en un nuevo lugar.

El cursillo, que ha tenido lugar en Dar es-Salam del 12 al 14 de diciembre, permitió debatir en detalle las funciones y responsabilidades de un Estado ribereño, de abanderamiento y rector de puertos en el contexto del cumplimiento de las dos normas de rendimiento D-1 y D-2 del Convenio para la descarga de agua de lastre. También se sensibilizó sobre el contenido de la Convención y las directrices pertinentes, y se facilitaron a los participantes procedimientos paso a paso para ayudar a sus países en la plena ratificación, domesticación e implantación del tratado.

Organizado por la Corporación de organismos de transporte marítimo de Tanzanía (TASAC) con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes de la República Unida de Tanzanía, el evento se enmarca dentro del Programa integrado de cooperación técnica (PICT) de la OMI. 

Los países que estuvieron presentes fueron: Angola, Comoras, Etiopía, Kenya, Madagascar, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, República Unida de Tanzanía, Seychelles, Somalia, Sudáfrica, Uganda y Zambia. De ellos, cinco han ratificado hasta ahora el Convenio (Kenya, Madagascar, Namibia, Seychelles y Sudáfrica). El resto se encuentran en distintas fases de ratificación y legislación.

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