El amoníaco, el hidrógeno, el etano y el éter dimetílico (DME) son algunos de los combustibles marinos "alternativos" que podrían necesitar una futura labor de reglamentación. Esta evaluación es el resultado de un análisis sobre normativa llevado a cabo por la línea de trabajo sobre combustibles alternativos con emisiones bajas, o sin emisiones, de carbono de la Alianza mundial del sector en apoyo de la navegación con bajas emisiones de carbono (GIA de bajas emisiones) en el marco del proyecto GreenVoyage2050, con aportaciones y contribuciones de la Cámara Naviera Internacional (ICS). 

La evaluación de la forma en que los combustibles marinos alternativos y los convertidores de energía figuran en los principales convenios e instrumentos normativos de la OMI tiene por objeto informar y ayudar a los Estados Miembros de la OMI y al sector marítimo en general a identificar y abordar los posibles problemas normativos que podrían surgir al considerar el uso de un determinado combustible marino alternativo.

El resultado del análisis puede consultarse en el sitio web de GreenVoyage2050 en un formato tabular que utiliza un sistema de codificación por colores en forma de semáforo que representa los actuales niveles de preparación reglamentaria clasificados como Bajo, Medio y Alto. La categorización fue acordada por los miembros de la línea de trabajo sobre combustibles alternativos con emisiones bajas, o sin emisiones de la GIA de bajas emisiones. 

Los principales Convenios de la OMI examinados fueron el Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (Convenio SOLAS), el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (Convenio MARPOL), el Código Internacional de Quimiqueros (Código CIQ), el Código internacional de seguridad para los buques que utilicen gases u otros combustibles de bajo punto de inflamación (Código IGF) y el Código internacional para la construcción y el equipo de buques que transporten gases licuados a granel (Código CIG). 

Entre los combustibles y fuentes de energía considerados figuran los combustibles convencionales diésel/gasoil/fueloil, los combustibles diésel líquidos bio/sintéticos, el metanol, el etanol, el éter dimetílico (DME), el propano/butano, el metano, el etano, el amoníaco y el hidrógeno.

Este análisis ha identificado algunas áreas en las que puede ser necesario que la OMI, pero también potencialmente otras organizaciones de normalización y certificación, sigan trabajando en materia de reglamentación. Algunas de estas áreas incluyen el desarrollo de directrices de seguridad para el uso a bordo de combustibles alternativos, asuntos relacionados con la calidad de los combustibles alternativos, las emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida y la elaboración de normas para motores, así como la evaluación de los posibles repercusiones y riesgos de derrames de combustibles marinos alternativos. 

La GIA de bajas emisiones, que reúne a líderes propietarios y operadores de buques, sociedades de clasificación, constructores y proveedores de motores y tecnología, proveedores de macrodatos, compañías petroleras y puertos, reconoce que la OMI ya ha iniciado trabajos concretos para abordar varias de estas cuestiones, mientras que algunas otras requieren propuestas concretas para avanzar en los debates en los distintos órganos de la OMI. 

Cabe señalar que la identificación de un bajo nivel de preparación reglamentaria para un combustible en particular no indica necesariamente una barrera potencial para la adopción del combustible, sino que simplemente identifica el alcance del trabajo futuro a realizar por la OMI y otras partes interesadas, según proceda.

Tore Longva, responsable de la línea de trabajo sobre combustibles alternativos con bajas y nulas emisiones de carbono de la GIA de bajas emisiones, ha declarado: "En el marco de esta línea de trabajo, los miembros de GIA de bajas emisiones de todo el sector han aportado su experiencia para llevar a cabo varias actividades hasta la fecha con el fin de apoyar la adopción de combustibles alternativos para un transporte marítimo con bajas emisiones de carbono. Esta evaluación de la situación reglamentaria con respecto al uso de combustibles alternativos representa una pieza crucial del trabajo emprendido por la GIA de bajas emisiones para apoyar a los Estados Miembros de la OMI en la identificación de las posibles lagunas reglamentarias que deberán colmarse de ahora en adelante".

En el contexto del Proyecto sobre combustibles y tecnologías del futuro para un transporte marítimo con bajas o nulas emisiones de carbono (Proyecto FFT), recientemente puesto en marcha, la OMI está abordando una serie de lagunas normativas identificadas en apoyo de los debates de los comités de reglamentación de la OMI. 

La GIA de bajas emisiones es una asociación público-privada que opera en el marco del proyecto GreenVoyage2050. El objetivo de la GIA de bajas emisiones es desarrollar soluciones innovadoras para hacer frente a las barreras que enfrenta la descarbonización del sector marítimo.