Promover el desarrollo de una acción coordinada en toda la región del mar Mediterráneo para prevenir y controlar las invasiones biológicas marinas a través del agua de lastre de los buques fue el tema central de un cursillo regional (del 20 al 21 de marzo) y una reunión (del 22 al 23 de marzo) celebrados en Kappara, Malta.
En el marco de la Estrategia sobre la gestión del agua de lastre (BWM) para el mar Mediterráneo (2022-2027), 28 funcionarios de los gobiernos* de toda la región mediterránea recibieron información sobre las medidas que cada país de la región debería adoptar para ratificar, implantar y hacer cumplir el Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, 2004 (Convenio BWM). La Estrategia de gestión del agua de lastre en el Mediterráneo fue adoptada por las Partes Contratantes del Convenio para la Protección del Medio Marino y de la Región Costera del Mediterráneo (Convenio de Barcelona).
El Convenio, que entró en vigor en 2017, tiene como objetivo prevenir la propagación de organismos acuáticos perjudiciales en el agua de lastre de una región a otra. Para ello, exige a todos los buques de tráfico internacional que gestionen el agua de lastre y los sedimentos de acuerdo con un plan de gestión específico para cada buque. Todos los buques deben llevar también un Libro registro del agua de lastre y un Certificado internacional de gestión del agua de lastre.
El cursillo y la reunión se centraron principalmente en la revisión por parte de los países presentes, con el apoyo de Theofanis Karayannis y Megan Jensen, de la OMI, del proyecto de procedimientos armonizados para la gestión del agua de lastre en la región mediterránea.
Se revisó el proyecto de procedimientos armonizados regionales para la implantación uniforme del Convenio BWM en la región del mar Mediterráneo. Estos se actualizarán para reflejar el resultado de las discusiones en Malta antes de presentarlos a una reunión de los puntos de contacto del REMPEC que se celebrará en junio. Se trata de procedimientos que reflejan las directrices de la OMI, es decir, el Convenio BWM, y que implantarán las Partes Contratantes del Convenio de Barcelona.
Otras actividades incluyeron una introducción a la gestión del agua de lastre y al Convenio BWM; comprender las obligaciones que incumben a las partes en virtud del Convenio BWM; cumplimiento, la vigilancia y el control del cumplimiento para la supervisión por el Estado rector del puerto; y reducción del riesgo.
Los principales resultados del cursillo fueron una mayor concienciación y conocimiento del proceso de ratificación, la implantación y el cumplimiento del Convenio BWM, sus elementos de supervisión y control del cumplimiento, así como una mayor red de expertos con formación en la gestión y control del agua de lastre.
El cursillo fue organizado y cofinanciado conjuntamente por la OMI, a través de su Programa integrado de cooperación técnica (PICT), y el Centro regional de emergencia para la lucha contra la contaminación en el mar Mediterráneo (REMPEC) en el marco del Plan de Acción para el Mediterráneo (PAM) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
* Albania, Croacia, Egipto, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Israel, Italia, Líbano, Libia, Malta, Marruecos, Montenegro, Túnez y Türkiye.