Un cursillo nacional celebrado en La Habana (Cuba) del 22 al 24 de octubre tiene por objeto dotar a los funcionarios gubernamentales de los conocimientos y competencias necesarios para ratificar, implantar y hacer cumplir el Convenio sobre la gestión del agua de lastre (Convenio BWM) de la OMI. 

El Convenio BWM tiene por objeto evitar la proliferación de organismos acuáticos perjudiciales de una región a otra en el agua de lastre de los buques, que se lleva a bordo para su estabilidad.    

Para apoyar los esfuerzos de Cuba hacia la ratificación del Convenio BWM, 24 funcionarios recibieron formación sobre el Convenio y las Directrices conexas; las obligaciones de las partes en virtud del Convenio; supervisión y control del cumplimiento para la supervisión por el Estado rector del puerto; y la reducción del riesgo. Mediante presentaciones, debates en grupo y ejercicios de simulación, la formación pretendía reforzar la capacidad nacional de Cuba para ratificar, implantar y hacer cumplir el Convenio. 

El Convenio BWM entró en vigor en 2017, representando un paso significativo hacia la protección del medio marino, al evitar la transferencia de especies acuáticas invasivas por los buques. El Convenio obliga a todos los buques a gestionar el agua de lastre y los sedimentos de acuerdo con un plan de gestión específico para cada buque. Todos los buques deben llevar también un Libro registro del agua de lastre y un Certificado internacional de gestión del agua de lastre.     

El cursillo se llevó a cabo a través del Programa integrado de cooperación técnica (PICT) de la OMI, con el apoyo del RAC/REMPEITC-Caribe, y fue organizado por la Administración Marítima de Cuba.