La crisis de cambio de tripulación continúa a la vez que se deben resolver los problemas sobre la vacunación.
La crisis de los cambios de tripulación producida por las restricciones de la pandemia de COVID-19 sigue causando problemas, a pesar de que las cifras han mejorado un poco, ha advertido el Secretario General de la Organización Marítima Internacional.
En una declaración, el Secretario General Kitack Lim dijo que, basándose en análisis del sector, el número de gente de mar que requiere repatriación después de terminar sus contratos ha disminuido. Las cifras han descendido desde un máximo de alrededor 400.000 en septiembre de 2020 hasta alrededor de 200.000 en marzo de 2021, con un número similar a la espera de incorporarse a los buques. Sin embargo, esta cifra podría volver a aumentar. La crisis de los cambios de tripulación está lejos de terminar. Es importante que se resuelvan los problemas relacionados con la vacunación.
Ahora, más que nunca, la gente de mar debe ser designada como trabajadores esenciales para garantizar la prioridad de la vacunación y el acceso a un tránsito y un viaje seguros, dijo el Sr. Lim.
Declaración completa del Secretario General de la OMI, Kitack Lim:
"Hace un año, cuando el mundo se sumía en la crisis de la pandemia de COVID-19, hablé sobre nuestro viaje juntos y de la necesidad de colaboración y cooperación. Me complace decir que en estos últimos 12 meses hemos trabajado intensamente con muchas partes interesadas para hacer frente a las difíciles circunstancias.
El sector marítimo ha seguido entregando los suministros vitales que la gente necesita. La gente de mar ha trabajado incansablemente en el corazón del tráfico comercial para mantener el flujo de mercancías. A pesar de las dificultades de acceso a los puertos, la repatriación, los cambios de tripulación, y otros, no se puede negar que la gente de mar ha ido más allá de la llamada del deber.
Cientos de miles de gente de mar se ha visto obligada a trabajar mucho más allá del tiempo contratado. Hemos calculado que a lo largo de los últimos meses de 2020 y hasta principios de este año, 400.000 gente de mar aún necesitaba ser repatriada, y un número similar necesitaba incorporarse a los buques.
Gracias a los esfuerzos concertados de los Gobiernos, los propietarios de los buques y otros, esta cifra se estima ahora en 200.000 gente de mar que necesita ser repatriada y un número similar que necesita incorporarse a los buques. Uno de los principales logros del año pasado que contribuyó a ello fue una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que insta a los Estados Miembros de la ONU a que designen a la gente de mar y demás personal marino como trabajadores esenciales y que implementen las medidas pertinentes para permitir que la gente de mar varada sea repatriada y que otras personas se incorporen a los buques, así como garantizar el acceso a los cuidados médicos.
Pero no podemos ser complacientes. Hasta ahora, menos de 60 países han atendido nuestro llamamiento para que la gente de mar sea designada como trabajadores esenciales. Es necesario que más países lo hagan si queremos resolver esta crisis y garantizar que la gente de mar reciba un trato justo y que se les facilite adecuadamente su tránsito hacia o desde su lugar de trabajo. Todavía queda un largo camino por recorrer antes de volver a un régimen normal de cambio de tripulación.
A medida que la vacunación se extiende en muchos países insto a los Gobiernos para que den prioridad a la gente de mar en sus programas nacionales de vacunación contra la COVID-19.
Los Gobiernos también deben determinar los retos que plantea la vacunación de la gente de mar que pasa largos periodos de tiempo fuera de su país de origen y prepararse a fin de hacer frente a dichos retos. Tenemos que seguir colaborando juntos para desarrollar protocolos y orientaciones pertinentes en torno a la certificación de vacunas. Esto es especialmente importante, ya que cualquier barrera para viajar creada por los protocolos nacionales de vacunación puede complicar aún más una situación de cambio de tripulación, que ya es difícil.
En nuestro viaje a través de esta pandemia, que ha sido un reto para todo el mundo, reconozco que muchos marinos han soportado intensas dificultades mientras trabajaban para mantener el flujo del tráfico comercial. Agradezco de todo corazón a la gente de mar por esto.
Seguiremos trabajando con nuestras agencias hermanas de la ONU, con los organismos del sector y con los Gobiernos para abordar las necesidades actuales de la gente de mar. También intentaremos aprovechar las enseñanzas extraídas para estar mejor preparados en el futuro".