El exitoso proyecto de ratificación e implantación de los principales tratados de protección marina llega a su fin.
La exitosa iniciativa de cinco años para la protección del medio marino en Asia sudoriental de los efectos negativos de los buques y el transporte marítimo ha llegado a fin en una reunión de alto nivel, que ha tenido lugar del 25 al 27 de octubre en Vietnam, con la adopción de una Declaración MEPSEAS-Halong por parte de los países participantes.
El Proyecto para la protección del medio marino en los mares de Asia suroriental (MEPSEAS) ha visto cómo siete países asociados (Camboya, Filipinas, Indonesia, Malasia, Myanmar, Tailandia y Viet Nam) han avanzado sustancialmente en la ratificación e implantación de tratados clave relativos al medio ambiente de la OMI. Durante este proceso, los países implementaron desarrollos nacionales legales y políticos y se beneficiaron de la creación de capacidades relacionadas con las inspecciones de los puertos y del Estado de abanderamiento para apoyar la implantación de los Convenios seleccionados. El proyecto también apoyó la capacitación en materia de estudios biológicos de referencia portuarios específicos de cada país, la iniciativa "Green Shipping-Green Port-Green Shipyards" de Filipinas y la celebración de una conferencia regional sobre tecnología marítima, entre otras actividades.
En el momento en que el proyecto MEPSEAS llega a su fin, el Sr. José Matheickal, Jefe del Departamento de asociaciones y proyectos de la OMI, dijo que MEPSEAS ha sido uno de los proyectos más exitosos que la OMI ha manejado en términos de entrega e impacto en la conservación marina.
"La ratificación e implantación de algunos importantes Convenios de la OMI a los que se ha dado prioridad en el marco de este proyecto van a contribuir realmente a la protección marina de la región", afirmó. "Ha sido muy satisfactorio ver los progresos realizados y los compromisos contraídos por los países en el marco del proyecto. Empezamos con un escenario en el que la mayoría de los países ni siquiera habían iniciado el proceso de adhesión y salimos del proyecto cuando los países no sólo se han adherido a los Convenios, sino que también han desarrollado legislaciones habilitantes y han demostrado de forma práctica la supervisión por el Estado rector del puerto en sus puertos. El viaje ha valido la pena", añadió el Sr. Matheickal.
El proyecto MEPSEAS fue la fase II de una colaboración entre la OMI y el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo (Norad), que trabajó conjuntamente con los siete países asociados en la implantación del Convenio internacional sobre el control de los sistemas antiincrustantes perjudiciales en los buques (Convenio AFS), el Convenio sobre la gestión del agua de lastre (Convenio BWM), el Protocolo de Londres y el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (Convenio MARPOL) (en particular, las reglas del Anexo V, relativa a las basuras de los buques).
El objetivo de MEPSEAS era que, al final del proyecto, los países se hubieran adherido a la Convención que habían elegido y la hubieran puesto en práctica, y que contaran con planes a largo plazo para garantizar la protección de los mares de Asia sudoriental en los años venideros, objetivos que se han alcanzado.
Al término de la tercera reunión regional de alto nivel de MEPSEAS, celebrada en la ciudad de Ha Long (Viet nam), todos los países participantes adoptaron la Declaración de Ha Long, que les compromete a seguir trabajando en el espíritu de MEPSEAS para ratificar e implantar más convenios internacionales en relación con la protección del medio marino. (Lea la declaración de Ha Long aquí, en inglés).
El Sr. Matheickal destacó lo que llamó un "efecto dominó" del proyecto. Se considera que el modelo utilizado ha sido un gran éxito, en particular la estructura de coordinación regional y consulta nacional que se construyó a través de los Grupos nacionales de estudio, y la contribución de asociados estratégicos como Singapur, la Secretaría del Memorando de entendimiento de Tokio, ASEAN, Mujeres en el sector marítimo en Asia y las Asociaciones para la ordenación ambiental de los mares de Asia oriental (PEMSEA).
El modelo del proyecto ha motivado a otras regiones a poner en marcha proyectos similares, como en la región del Caribe, donde se está diseñando un proyecto (Caribbean Sustainable Maritime Transport Project - CaribSMART) tomando las lecciones del proyecto MEPSEAS. "El "efecto dominó" de MEPSEAS es mayor de lo que habíamos previsto en un principio", dijo el Sr. Matheickal.
De hecho, Filipinas ha visto tal mérito en tener un Grupo nacional de estudio como mecanismo para tratar todos los Convenios de la OMI, que ha decidido formalizar el suyo con un nuevo nombre como elemento permanente a través de un decreto presidencial.
"Parece que otros países pueden seguir su ejemplo. Estos mecanismos interministeriales son un gran legado del proyecto", dijo el Sr. Matheickal.
Tras la reunión de alto nivel de Ha Long, el Sr. José Matheickal reflexionó sobre cómo la OMI puede aprovechar las lecciones de la iniciativa MEPSEAS: "¿Cómo avanzamos? Nos aseguramos de que la sostenibilidad se integre en el diseño y la ejecución de los proyectos mediante el desarrollo de la experiencia local, la cual contribuye a la sostenibilidad más allá del proyecto, el desarrollo de las políticas y legislaciones que estarán ahí para siempre, el desarrollo de los mecanismos interministeriales que se utilizarán para muchos países en el futuro y la continuación del apoyo de la OMI en el mantenimiento de la creación de capacidades a través de nuestras actividades integradas de cooperación técnica en la región".
Conferencia tecnológica MEPSEAS
El proyecto MEPSEAS culminó con la Conferencia tecnológica MEPSEAS, celebrada en Singapur los días 16 y 17 de noviembre en colaboración con la Autoridad marítima portuaria de Singapur. También asistieron dos sociedades de clasificación y el Jefe de bioseguridad marina de la OMI, Theofanis Karayannis.
El tema del evento fue "Soluciones ambientales para un transporte marítimo sostenible en Asia sudoriental" y se centró en las últimas tecnologías y soluciones para la gestión del agua de lastre; sistemas antiincrustantes y la introducción de nuevas medidas antiincrustantes; y gestión de residuos porducidos por los buques.
La conferencia fue una oportunidad para debatir la necesidad de elaborar mejores tecnologías para el agua de lastre. Los delegados también tuvieron la oportunidad de visitar un astillero en Singapur, donde vieron la nueva tecnología de agua de lastre en uso. Y Filipinas hizo una presentación de las nuevas tecnologías que se están desarrollando en su país.
Proyecto MEPSEAS
El proyecto MEPSEAS llegará a su fin formalmente el 31 de diciembre de 2022. Originalmente previsto como un programa de cuatro años, el Norad amplió su ayuda financiera durante un año debido al impacto de la COVID-19.
La tercera reunión regional de alto nivel celebrada en Quang Ninh fue una oportunidad para hacer un balance de la situación general de MEPSEAS y de los avances de los países participantes. También fue una oportunidad para que los asistentes, Jefes de administraciones marítimas, funcionarios de enlace nacional, expertos nacionales y regionales, y la Unidad de coordinación de proyectos de la OMI, reflexionaran sobre los principales logros e hitos del Proyecto.
El proyecto MEPSEAS pomovió desarrollos legales y políticos nacionales relacionados con las inspecciones de los puertos y del Estado de abanderamiento para apoyar la implantación de los Convenios seleccionados. El proyecto también apoyó la capacitación en materia de estudios biológicos de referencia portuarios específicos, la iniciativa "Green Shipping-Green Port-Green Shipyards" de Filipinas y la celebración de una conferencia regional sobre tecnología marítima, entre otras actividades.
Se basó en el proyecto de la fase I de la fundación Norad-OMI, en el que se observaron avances sustanciales de los países en la implantación de los tratados ambientales de la OMI o en la adhesión a los mismos. Myanmar se unió a la iniciativa al comienzo de la fase II. Para los países que se han adherido a los tratados pertinentes en el proyecto de fundación, el proyecto MEPSEAS les ha permitido centrarse en la implantación efectiva.
Cómo se estructuró el proyecto MEPSEAS
La iniciativa MEPSEAS utilizó un modelo de intervención estructurado en cuatro pilares principales:
Participación sobre el terreno. Cada país debía comprometerse por escrito a cumplir los objetivos de MEPSEAS. Un aspecto importante fue que nombraran a sus propios consultores nacionales para que trabajaran junto a los consultores internacionales y regionales.
Un cuadro de mando "semáforo" fácil de entender que muestra el progreso de cada país participante hacia la ratificación. El apoyo de la OMI se proporcionó en forma de intervenciones orientadas al rendimiento. Se les ayudó a avanzar por las etapas de los hitos, pero sólo se podía pasar al siguiente hito una vez que se hubiera alcanzado el anterior.
Cada dos años se celebran reuniones regionales de alto nivel para hacer balance y compartir las lecciones aprendidas.
Asociaciones y uso de socios estratégicos con gran experiencia y su propia red para promover y apoyar los objetivos del proyecto.
Cooperación nacional y regional
Se pidió a los siete países que eligieran los dos convenios ambientales de la OMI más prioritarios en los que se centrarían.
Uno de los primeros hitos que tuvo que alcanzar cada país participante fue la creación de un grupo nacional de estudio. En ellos se reunieron las partes interesadas de sus países, como los Ministerios de Medio Ambiente, Transportes y Hacienda, y otras partes interesadas. La mayoría de los países no contaban con un foro interministerial de este tipo para tratar las cuestiones del medio marino y algunos necesitaban incluso un título presidencial para formar un mecanismo de este tipo.
Se creó una plataforma regional de alto nivel de MEPSEAS y se celebraron reuniones regionales periódicas de alto nivel que reunieron a los responsables políticos de alto nivel para hacer balance y compartir lecciones. El proyecto también se incluyó en el orden del día de la reunión del órgano marítimo regional de más alto nivel: Grupo de trabajo sobre el transporte marítimo (MTWG) de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN). El comité debatió periódicamente el progreso del proyecto y proporcionó orientaciones.
Se formó un grupo de expertos técnicos con consultores internacionales y regionales, pero la mayor parte del trabajo debía ser realizado por los consultores nacionales de cada país. Esto permitió crear una experiencia nacional para garantizar que los métodos y el espíritu de MEPSEAS fueran sostenibles más allá de la vida del proyecto.
Los siete países participantes demostraron un espectro de capacidades, pero se fomentó la cooperación entre ellos y se compartieron experiencias y lecciones aprendidas.
Los socios estratégicos de la región, por ejemplo, Singapur y el Memorando de entendimiento de Tokio, trabajaron junto a otros socios estratégicos como las Asociaciones para la ordenación ambiental de los mares de Asia oriental (PEMSEA) y la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN). La participación de las mujeres en el proyecto era un objetivo clave y la parte de Asia del Programa "Las mujeres en el sector marítimo" (WIMA Asia) estuvo representada en todas las reuniones.
Crear una marca de proyecto
Para la fase II de la iniciativa, se decidió que el proyecto debía tener un nombre formal, y nació la marca MEPSEAS.
La creación de una identidad y una marca a medida para el proyecto le dio un mayor impacto. Ha inspirado un plan de marca similar, Carib-SMART, y la fase preparatoria de este proyecto también está financiada por Noruega.
Cambio de colores: pasar del rojo al verde
El objetivo de MEPSEAS era que, a lo largo del periodo de vigencia de la iniciativa, los siete países participantes alcanzaran varios hitos predeterminados antes de poder pasar a la siguiente fase del proceso.
Los hitos incluyen la creación de un grupo nacionald e estudio, la redacción de una legislación nacional y una estrategia política que permita la ratificación. Otros objetivos eran poner en marcha expertos para impartir formación y redactar la legislación y los procedimientos de supervisión por el Estado rector del puerto y el Estado del pabellón, así como pilotar la puesta en marcha de las inspecciones de control por parte del Estado rector del puerto.
Para hacer un seguimiento transparente de los progresos de los siete países participantes, se creó una tarjeta de puntuación, o tablero de mandos, que utilizaba un sistema de "semáforo" rojo/amarillo/verde para indicar si aún no habían empezado a realizar un hito, si estaban en proceso o si habían completado la tarea.
Cuando se inició el proyecto, la mayoría de los países aún no habían ratificado los Convenios de la OMI. Para muchos, llegar a ese punto fue un proceso muy complejo que implicó varias etapas de consulta, legislación y, finalmente, aprobaciones parlamentarias.
Las tarjetas de puntuación que figuran a continuación muestran el progreso de los países desde el inicio de la intervención de la fase 1 de la Norad-OMI hasta el final de la fase 2 de MEPSEAS.
Establecimiento de un marco jurídico
Uno de los elementos clave de la iniciativa era crear un cuerpo sostenible de experiencia en la elaboración de legislación dentro de los propios países.
Cada país tenía sus propios procedimientos para llegar al punto de ratificación, pero todos implicaban complicados procesos legales para llegar a él. Con la ayuda de expertos internacionales y consultores nacionales, MEPSEAS impartió formación jurídica sobre cómo elaborar una legislación modelo.
Los cursillos proporcionaron instrucción práctica que permitió a los equipos nacionales modificar y mejorar esto para sus propios proyectos de ley específicos del país.
Supervisión por el Estado rector del puerto
El último paso del proceso MEPSEAS fue que cada uno de los siete países demostrara que tenía procedimientos de inspección portuaria y otras supervisiones por el Estado rector del puerto.
Este hito se consideró el punto final de la intervención del proyecto MEPSEAS tras recorrer con los países todo el proceso de adhesión a los convenios hasta su implantación y cumplimiento.
La experiencia y los recursos del Memorando de entendimiento de Tokio ayudaron significativamente en este paso.