Anexo I del Convenio MARPOL – Prevención de la contaminación por hidrocarburos
Los petroleros transportan alrededor de 2.900 millones de toneladas de petróleo crudo y productos derivados del petróleo por mar cada año en todo el mundo. La mayor parte del tiempo los hidrocarburos se transportan de manera segura y tranquila.
Las medidas introducidas por la OMI han contribuido a garantizar que la mayoría de los petroleros se fabriquen y exploten en condiciones de seguridad y se construyan de forma que se reduzca la cantidad de hidrocarburos vertidos en caso de accidente. También ha disminuido la contaminación operacional, por ejemplo la ocasionada por las operaciones ordinarias de limpieza de los tanques.
Las reglas relativas al funcionamiento y a la construcción introducidas por el Convenio MARPOL, que entraron en vigor en 1983, han sido un éxito, y las estadísticas procedentes de prestigiosos organismos independientes y del sector muestran que dichas reglas, junto con otras relacionadas con la seguridad, tales como la introducción de dispositivos de separación del tráfico obligatorios y las normas internacionales para la formación de la gente de mar, desempeñaron un papel decisivo en la disminución constante de la contaminación accidental por hidrocarburos que ha tenido lugar a lo largo de los últimos 30 años.
En 1983, el Convenio MARPOL introdujo varios conceptos nuevos de carácter radical, tales como la exigencia de que los petroleros nuevos estuvieran dotados de tanques de lastre separados a fin de evitar la necesidad de llevar agua de lastre en los tanques de carga, la cual fue sustituida por la exigencia de que los petroleros que se entregaran a partir de 1996 estuvieran provistos de doble casco. De este modo, se incrementó en gran medida la protección del medio marino.
En cuanto a la contaminación operacional por hidrocarburos, las numerosas innovaciones introducidas por el Convenio MARPOL en relación con las descargas permitidas de aguas de sentina a través del separador de agua e hidrocarburos (con la conocida norma de los 15 ppm), o de aguas oleosas procedentes de los tanques de carga, a través del sistema de vigilancia y control de las descargas de hidrocarburos, han contribuido enormemente a que se reduzca de manera considerable la contaminación de los mares del mundo, si bien cabe reconocer que se ha de realizar un mayor esfuerzo a fin de exigir el cumplimiento.